Semana Santa en Oaxaca
Una vieja tradici?n del culto p?blico de Oaxaca que no ha desaparecido, es la hora del V?a Crucis, en tiempo de Cuaresma. La gente se apresta al templo.
En el templo de Tepeaca, en per?metro de los Barrios de Jalatlaco y Xochimilco, y desde tiempo inmemorial, los devotos sol?an reunirse cada Viernes de Cuaresma, para practicar el V?a Crucis, ceremonia que ten?a lugar muy de ma?ana, para contar con una mayor asistencia de los vecinos trabajadores que en dicho barrio se han dedicado al oficio de la curtidur?a.
Los habitantes de la ciudad llegaron a sumarse al devoto ejercicio, concurriendo en gran n?mero a la ceremonia, en el atrio, bajo las ramas de los ?rboles de "Coquito" el Jilos?chil (BombaxEllipticum, se cree que es el nombre cient?fico) cuyas flores de peculiar forma y vivo color, por algunos conocida como "Cabellos de ?ngel", son adorno caracter?stico del lugar.
Despu?s del V?a Crucis, los circundantes iban a saborear los antojitos que se vend?an en torno al templo, donde tambi?n se ofrec?an claveles, rosas, alhel?es y otras aromadas especies cortadas de madrugada en los jardines de Xochimilco, de la Trinidad y de Cuatro Caminos, y con ramos as? formados traspon?an el viejo puente, hoy desaparecido porque el r?o de Jalatlaco ha sido entubado.
De vuelta a sus hogares en el centro o en otros barrios, hac?an alto en el Llano de Guadalupe, despu?s Paseo Netzahualc?yotl y hoy Paseo Ju?rez el Llano; donde m?s tarde y ahora casi olvidada la devoci?n al Se?or de Tepeaca, cada Viernes de Cuaresma se re?ne la gente joven, de preferencia, para disfrutar la frescura y el bien arreglado sitio mientras se escucha a la Banda del Estado o a las marimbas lo que en nuestros d?as ocurre, y los estudiantes festejan con flores a las m?s gentiles damitas, bajo cuyo madrinazgo, se hace m?s grato el galano paseo
La Samaritana
Una de las tradiciones m?s coloridas en la temporada de cuaresma es, sin duda, la del Viernes de Samaritana. En oficinas p?blicas, privadas, en escuelas, mercados, templos, en todas partes hay obsequio de ricas aguas de sabores y en especial de chicalayota. El cuarto Viernes de Cuaresma se dedica a la Samaritana, por el pasaje que relata San Juan; el encuentro que tuvo Jes?s en el pozo de Jacob junto a la b?blica ciudad del Sicar o Siquem.
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Dice el evangelista que Jes?s, pues cansado del camino, sent?se a descansar sobre el brocal de este pozo. Era cerca de la hora sexta (el medio d?a). Vino entonces una mujer samaritana a sacar agua. D?jole Jes?s: "dame de beber" pero la mujer samaritana le respondi?: ?C?mo t?, siendo jud?o me pides de beber a m?, que soy samaritana? Porque los jud?os no se avienen o comunican con los samaritanos".
D?jole Jes?s en respuesta: "Si t? conocieras el don de Dios, y qui?n es el que te dice, dame de beber, puede ser que t? le hubieras pedido a ?l y ?l te hubiera dado agua viva". Y m?s adelante: "Cualquiera que bebe de esta agua, tendr? otra vez sed; pero quien bebiere del agua que yo le dar? jam?s volver? a tener sed." La conmemoraci?n de tal pasaje origin?, en tiempos que se pierden para la memoria aunque haya quien piense que pudo haber sido cuando la cristianizaci?n que en los templos se bendijera el agua para los fieles que le presentaban en ollas y jarros, conserv?ndola despu?s en sus hogares, devotamente.
Seg?n las viejas cr?nicas y la tradici?n oral, sobre todo fue en el siglo XIX cuando comenz? la celebraci?n en los atrios de algunas iglesias (como lo m?s cierto, San Francisco y la Merced fueron de las primeras). Se empez? a representar aquel sucedido al filo de las doce del d?a y con im?genes "de bulto" Jes?s, sentado a la derecha de un pozo muy adornado con follaje, y la mujer samaritana, vestida primero con cierta propiedad, y m?s tarde como una "china oaxaque?a", ataviada con falda de listones, camisa blanca con primor bordado, llamativa mascada de seda, terciada en el pecho y el mejor rebozo haciendo tambi?n las arracadas y los bejucos m?s vistosos que prestaba la Madrina del agua; una vez que el sacerdote hubo hecho la bendici?n, al vecindario y a invitados especiales se les regalaba con grandes vasos agua de ch?a, de horchata, de chilacayota y de qui?n sabe cu?ntos m?s sabores entre tanto una orquesta amenizaba el rato, que no se prolongaba mucho m?s all? de las dos de la tarde. Y era de verse, en las cercan?as de los templos, desfile interminable de hombres, mujeres, ni?os y muchachos j?venes desde luego llevando sendas vasijas para que la madrina (que costeaba el festejo) y sus auxiliares se les colmaran con tan ricas bebidas: Las aguas frescas que har?a famosas la legendaria Mar?a - la "Samaritana" loada por Jacobo Dalevuelta - y despu?s Casilda Flores y su hija "La Chatita", no menos que otras muchas mujeres nuestras que en este Cuarto Viernes de Cuaresma calman la sed de todo viandante
La costumbre de compartir tan ricas aguas, perdura as?, y se han extendido a las escuelas de todo nivel, donde a?n se baila jubilosamente; a las oficinas p?blicas y muchos otros centros de labor,
haci?ndose par?ntesis para convivir y tomar, no solamente refrescos sino tambi?n alguna otra cosa, m?s bocadillos preparados a prorrata; y en cuyos c?rculos poco o nada se sabe de aquel encuentro del Redentor con la bella mujer Samaritana "que hab?a tenido cinco maridos", ninguno de ellos leg?timo, as? como tampoco lo era el que para entonces viv?a con ella.
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